Pagar el precio por servir a Dios


El sufrimiento es inevitable, pero siempre tenemos la oportunidad de salir airosos porque el Señor va delante de nosotros como poderoso gigante. Aunque las circunstancias sean adversas, cuando depositamos nuestra confianza en Él, encontramos la salida del laberinto.

«Pris, ser pobres no significa que Dios no nos ame». La frase, corta y contundente, los aterrizó a todos.  El padre de la joven era misionero en una pequeña isla de Indonesia. Después de haberlo tenido todo, habían renunciado a los privilegios para servir en la obra del Señor.

Lo que más le impactó, y lo contaría años más tarde, es que, celebraron la Navidad sentados en el suelo y cantando mientras el agua de la lluvia goteaba del techo de paja. Una imagen que conservaría por siempre en su mente, como una fotografía de un viejo álbum.

Servir a Dios no está exento de demandar un sacrificio. En muchos casos, ligado a la renuncia, incluso de aquello que queremos. Y aun cuando parezca una privación, es el comienzo de bendiciones porque Dios honra a quienes le honran.

Algunos pueden pensar que una vida bendecida por el amoroso Creador está llena de riqueza, salud y longevidad. Entonces, en tiempos difíciles, tal vez se preguntan si el Padre celestial aún los ama.

Cuando leemos la carta a los Romanos 8:31-39, el apóstol Pablo nos recuerda:

  • Nada puede separarnos del amor de Cristo.
  • La tribulación, angustia, persecución y hambre no podrán vencernos si estamos prendidos de Su mano.
  • El fundamento de una vida realmente bendecida es que Dios nos mostró su amor al enviar a su Hijo Jesús a morir por nuestros pecados.
  • Cristo resucitó y ahora está «a la diestra» del Padre, intercediendo por nosotros.

El sufrimiento es inevitable, pero siempre tenemos la oportunidad de salir airosos porque el Señor va delante de nosotros como poderoso gigante. Aunque las circunstancias sean adversas, cuando depositamos nuestra confianza en Él, encontramos la salida del laberinto. Cualquiera que sea nuestra dificultad, recordemos que Dios está con nosotros.

Si no ha recibido a Jesucristo como su Señor y Salvador, hoy es el día para que lo haga. Permita que reine en su vida y en la de su familia. Es la mejor decisión que podemos tomar.

© Fernando Alexis Jiménez | Ministerios Vida Familiar | #RadioVidaFamiliar

Publicado por Fernando Alexis Jiménez | @VidaFamiliarCo

Fernando Alexis Jiménez es podcaster, periodista y creador de contenidos orientados a promover principios y valores dirigidos a la familia. Sirve a Dios en la Misión Edificando Familias Sólidas, en Cali (Colombia). Ha ejercido el periodismo en radio, prensa y medios digitales, así como la escritura creativa por más de 35 años.